jueves, 1 de octubre de 2009

ARBOL DE PROBLEMAS

EL PEOR DE LOS ESCENARIOS


El señor Martínez es un hombre de 48 años, casado con dos hijos (un hombre y una mujer), quienes fueron desplazados hace 5 años de la zona rural de Tenerife por causa del conflicto armado que se presenta en el país.

Al llegar a la ciudad de Palmira inicia una búsqueda de trabajo, presentándosele una variedad de oportunidades, donde la explotación laboral era evidente en especial la injusticia de la remuneración económica. Ante esto el señor Martínez decide desertar de dicho empleo e iniciar nuevamente su búsqueda.

En el barrio en el que vive, sus vecinos empiezan a informarle acerca de vacantes existentes en un ingenio azucarero de la ciudad, el cual pertenece al estado. Al día siguiente el señor Martínez se presenta con su hoja de vida al ingenio. En las horas de la tarde su esposa recibe una llamada en donde se le asigna una cita para realizar la entrevista con la psicóloga, ya que en el ingenio se encuentran realizando la selección de personal. Debido a que no tiene un nivel de escolaridad básico (analfabetismo), se determina que el perfil que presenta es apropiado para desempeñarse como cortero de caña, debido a que su nivel de escolaridad no le permite ocupar cargos de mayor rango. Decisión que acepta con agrado.

Luego de 1 año de estar laborando con este ingenio, se empiezan a presentar dificultades económicas que ponen en riesgo su estabilidad en la empresa y son estas condiciones las que generan insatisfacción en los empleados, presentándose protestas y huelgas contra la entidad.

Un día el señor Martínez como de costumbre llega puntual a prestar sus servicios y son convocados a una reunión en donde se les informa que por cuestiones económicas la empresa será privatizada. A partir de este cambio se empieza a vivenciar un proceso de industrialización, que trae consigo la implementación de nuevas tecnologías, donde las maquinas que empiezan a llegar remplazan funciones que anteriormente eran realizadas por varios trabajadores, puesto que dicho cambio le generaría una disminución de gastos y mayor economía a la empresa.
Día a día esta situación fue empeorando, puesto que se hacía más evidente la inutilidad de la producción del trabajador en comparación con la productividad de las maquinas, y es cuando se decide inevitablemente hacer un recorte de personal, en donde uno de los afectados fue el señor Martínez.

Esta noticia afecto notablemente el estado de ánimo del Señor Martínez y de su familia, pese a esto él no perdió la esperanza de conseguir un nuevo empleo e inicio nuevamente la búsqueda.
En el transcurso de las semanas el señor Martínez repartió muchas hojas de vida, de las cuales ninguna recibía respuesta, puesto que las empresas en las que tenía la posibilidad de ingresar (por su analfabetismo) habían sufrido fuertes crisis como causa de la recesión económica del país, provocando el cierre de estas entidades. El señor Martínez en medio de su desesperación decide con su esposa iniciar un negocio independiente (una tienda en su casa) para ayudarse y asi suplir las necesidades básicas de su hogar, pero esto no tuvo éxito ya que a la falta de recursos económicos no pudo surtir mas el negocio y tuvieron que cerrarlo.

Debido a la falta de oportunidades laborales, inevitablemente el señor Martínez se convierte en un desempleado más de la ciudad de Palmira, lo que empieza a generarle una serie de consecuencias negativas que comienzan a deteriorar la calidad de vida de él y de su familia. Debido a que la pobreza se incrementa notablemente, sus hijos no tienen la oportunidad de acceder a la educación. Esta situación cada día empeora, lo que genera cambios en el estado de ánimo del señor Martínez (desesperación, angustia, irritabilidad), llevando a que este se refugie en el alcohol. Sus amigos fueron cómplices de la adicción al alcohol, puesto que ellos al verlo a él sin ninguna ocupación (ocio), lo invitaban constantemente a sitios nocturnos donde la bebida alcohólica era su principal motivo de encuentro.

Toda esta situación genera desacuerdos constantes con su pareja y con sus hijos, llegando al punto de agredirse física y verbalmente. Un día su esposa logra comunicarse con un familiar lejano, al cual le comenta la situación que está atravesando, este decide ayudarla a conseguir un contrato de trabajo en el exterior, brindándole la posibilidad económica para realizar su viaje.
El viaje que esta mujer realiza agudiza mas los conflictos, pues el señor Martínez se refugia más en el alcohol, dejando a sus hijos adolescentes cada vez más desprotegidos, sin brindarles ni un sustento económico ni unas bases morales que contribuya a una buena formación personal.

Su hija en medio de la desprotección y de la necesidad económica que tiene, decide trabajar como prostituta en un bar de la ciudad, ya que esta opción la considero como la única salvación a su situación, sin tener en cuenta que esto podría agrandar su problemática al estar en alto riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual o un embarazo no deseado. Por otro lado su hermano al gozar de plena libertad, conoció y se unió a un grupo de amigos pertenecientes a una pandilla, la cual se dedicaba a robar los negocios del barrio, y por ende eran los causantes principales de la inseguridad del mismo, es importante mencionar que consumían sustancias psicoactivas constantemente.

Finalmente el padre quien no encontraba salida a su crisis económica, puesto que la esposa se olvido completamente de ellos, cortando toda comunicación y ayuda, decide involucrarse con uno de los amigos (de farra) quien le brinda de posibilidad de trabajar para un grupo de narcotraficantes en la elaboración de la cocaína, esto requería que el viajara a un sitio dentro de los bosques colombianos en el cual se encontraban los laboratorios. Este trabajo sustento por unos meses las necesidades económicas de él y sus hijos, pero término perdiendo su vida en manos de sus jefes quienes tomaron esta determinación por temor a que él los entregara a la fuerza pública.



EL MEJOR DE LOS ESCENARIOS


El señor Martínez es un hombre de 48 años, casado con dos hijos (un hombre y una mujer), quienes fueron desplazados hace 5 años de la zona rural de Tenerife por causa del conflicto armado que se presenta en el país.

Al llegar a la ciudad de Palmira inicia una búsqueda de trabajo, presentándosele una variedad de oportunidades, donde la explotación laboral era evidente en especial la injusticia de la remuneración económica. Ante esto el señor Martínez decide desertar de dicho empleo e iniciar nuevamente su búsqueda.

En el barrio en el que vive, sus vecinos empiezan a informarle acerca de vacantes existentes en un ingenio azucarero de la ciudad, el cual pertenece al estado. Al día siguiente el señor Martínez se presenta con su hoja de vida al ingenio. En las horas de la tarde su esposa recibe una llamada en donde se le asigna una cita para realizar la entrevista con la psicóloga, ya que en el ingenio se encuentran realizando la selección de personal. Debido a que no tiene un nivel de escolaridad básico (analfabetismo), se determina que el perfil que presenta es apropiado para desempeñarse como cortero de caña, debido a que su nivel de escolaridad no le permite ocupar cargos de mayor rango. Decisión que acepta con agrado.

Luego de 1 año de estar laborando con este ingenio, se empiezan a presentar dificultades económicas que ponen en riesgo su estabilidad en la empresa y son estas condiciones las que generan insatisfacción en los empleados y un miedo evidente por llegar a ser despedidos de la empresa. A raíz de esto el departamento de recursos humanos liderado por un grupo de psicólogos implementan un programa dirigido a los empleados que tienen alta probabilidad de ser despedidos, con el fin proporcionar estrategias de afrontamiento si en algún momento llegara a presentarse dicha situación. Se empezó a brindar capacitaciones en otras áreas con el fin descubrir e identificar nuevas habilidades y competencias que podrían ser de vital importancia en el momento de desempeñarse en otro sitio de trabajo y /o empleos independientes, contribuyendo a que se tenga una visión emprendedora y generadora de microempresas; esto sería llevado a cabo con un trabajo interdisciplinario o alianza con entidades educativa. Además de esto se formo un grupo de acompañamiento que incluía al trabajador y a su familia; este actuaria cuando el empleado haya sido despedido de la empresa, brindándoles con esto estrategias de apoyo familiar en momentos de crisis, las cuales apoyarían el ingenio y la creatividad de actividades que proporcionarían un ingreso económico y con ello una red de apoyo familiar que sea generadora de trabajos independientes, conllevando al bienestar y estabilidad de la familia.


Efectivamente el señor Martínez fue despedido de la empresa por el recorte de personal que hubo y gozo plenamente de los servicios del grupo de apoyo psicológico que le proporciono la empresa, siendo su esposa y él capacitados en la elaboración de artesanía y bisutería artesanal, y asesorados en momentos de crisis, permitiéndoles identificar diferentes estrategias, considerando el apoyo mutuo como una herramienta de fortalecimiento y crecimiento emocional.
Más adelante decidieron conformar una microempresa familiar, que gozaba del patrocinio del ingenio azucarero, permitiéndoles ser generadores de nuevos empleos y en especial gozar de la participación de sus hijos, luego de que estos lograran terminar su colegio, ya que ingresaron a la universidad y empezaron a alternar las labores de la microempresa con los estudios universitarios que eran solventados por las ganancias que generaba la microempresa.

Finalmente los hijos culminaron sus estudios universitarios y se convirtieron en profesionales altamente competentes. La empresa logro crecer a nivel nacional y ser proveedora internacional de productos. Paso a ser gerenciada y administrada por los hijos del Señor Martínez, mientras este gozaba al lado de su esposa de su vejez.

viernes, 25 de septiembre de 2009

POR UN PLURALISMO AGONISTICO.

Este ensayo, pretende mostrar los planteamientos de Chantal Mouffe que parten de la reflexión de las minorías, ya que lo que busca es que podamos reconocer la diferencia y construir una concepción de ciudadanía.
Como primera medida, mouffe, Argumenta a favor de un pluralismo más amplio en el campo cultural que a nivel de lo político, puesto que toma en cuenta la especificidad de la democracia moderna en tanto que nuevo régimen político que se constituye por el reconocimiento del pluralismo, ya que para ella “el pluralismo apunta a una profunda transformación del ordenamiento simbólico de las relaciones sociales”, pues lo que pretende es la emergencia de la libertad individual y de la afirmación de la libertad equitativa para todas y todos. “Desde el momento en que se percibe la democracia pluralista como un régimen cuyos principios ético-políticos son la libertad y la igualdad para todos y todas, podemos comprender el serio error que supone el principio liberal de la neutralidad del Estado. No cabe duda de que, con el fin de respetar la libertad individual y el pluralismo, un estado democrático liberal moderno no debería intentar imponer una única concepción del bien común en asuntos concernientes a los valores políticos, dado que por definición postula ciertos valores ético-políticos que constituyen sus principios de legitimidad”
De esta manera, la práctica política en una sociedad democrática no consiste en defender los derechos de las identidades preconstituidas, sino más bien en constituir dichas identidades en un terreno precario y siempre vulnerable. En este sentido, Mouffe expresa que "si aceptamos que las relaciones de poder son parte constitutiva de lo social, entonces la principal cuestión de la política democrática no es cómo eliminar el poder sino cómo constituir formas de poder que sean compatibles con los valores democráticos.
Lo que propugno es reconocer la existencia e relaciones de poder y la necesidad de transformarlas, a la vez que renunciar a la ilusión de que podríamos liberarnos completamente del poder”.

Así, Mouffe concibe a la identidad como una construcción política, como un proceso permanentemente abierto, pues para ella pluralismo, diferencia y antagonismo son los elementos fundamentales de una propuesta de democracia radical, plural y agonística.

De esta forma, Mouffe entiende la ciudadanía como “una forma de identidad política que consiste en la identificación con los principios políticos de la democracia moderna pluralista: la afirmación de la libertad y la igualdad para todos”. Según esto, la ciudadanía es un proceso por el cual yo como ciudadano, he reconocido el pluralismo, donde me he dado cuenta de mi mismo y el otro de él. Logrando con esto pasar de la enemistad al agonismo.
De esta manera, debemos reconocer la importancia de la ciudadanía no como un simple estatus legal, ni siquiera la oportunidad de influir en las políticas públicas y conseguir nuestros intereses particulares, sino como una identidad que nos permite articular nuestras pertenencias e identidades con otras múltiples comunidades, que frecuentemente son antagónicas.

De esta manera, la política exige necesariamente una apertura, pues debe llegar a un punto donde hay consenso colectivamente, para llegar a la concepción de nosotros; así es como se dice que las leyes son la expresión de lo que somos nosotros, ya que supuestamente la pactamos en nuestra lucha por el reconocimiento.

Es importante tener en cuenta que Mouffe considera que en lugar del consenso, al cual estarían fijados el racionalismo y los enfoques deliberativos, habría que conceder al conflicto una importancia central. Pero cabe resaltar que Mouffe no plantea ese conflicto como antagonismo sino como "agonismo", es decir como enfrentamiento entre adversarios pero no entre enemigos; pues ella considera que la pretensión de eliminar el conflicto y privilegiar el consenso conduce a actitudes totalitarias, ya que una política democrática debería garantizar la existencia del conflicto.

Cabe resaltar, que la autora hace una distinción entre “lo político” y “la política”, entendiendo “lo político”, como la dimensión de hostilidad y antagonismo que es una posibilidad siempre presente en toda sociedad humana, y “La política”, donde se refiere al conjunto de prácticas, discursos e instituciones que buscan establecer un cierto orden y organizar la coexistencia humana en condiciones que siempre son potencialmente conflictivas porque están afectadas por la dimensión de “lo político”; entendiendo así lo político como conflicto, siendo el motor de la política.
Es así como en el pluralismo nos hacemos diversos puesto que lo natural en nosotros es el pluralismo, por esto no hay forma de librarnos del conflicto.

Finalmente y a modo de conclusión, se debe tener en cuenta que las sociedades deben avanzar por lo tanto en la búsqueda del consenso, aquel que permita establecer las reglas de juego constitucionales que aseguran la convivencia, pero particularmente el punto de partida en el cual todos están de acuerdo. La búsqueda del consenso puede ser un acto que implique exclusión como afirma Mouffe, porque puede ser necesario el uso del poder, y por tanto, la intervención coercitiva del Estado.


jueves, 24 de septiembre de 2009

LAS RELACIONES ENTRE ESTABLECIDOS Y MARGINADOS

Este texto, se basa en una de las ideas principales que nos presenta el sociólogo Norbert Elías como lo es la exclusión y la marginalidad de Winston Parva, así como también son una constante en varios casos cercanos a nuestro entorno.

De esta manera, podemos ver como hoy día, se presentan casos de desplazamiento forzado del campo hacia las ciudades, igualmente las migraciones internacionales se han convertido en una válvula de escape a la conflictiva situación social colombiana y como en estas situaciones siempre se presenta problemas sociales al tener que enfrentar al recién llegado y cederle parte de lo que siempre han tenido los que por tradición están establecidos, pues todo lo que rodea a la ciudad, las personas, la cultura, hace parte de los que siempre han estado allí.

Así, podemos entender lo anterior con lo que nos propone Elías: “las relaciones entre los “recién llegados” y las personas establecidas, son un tipo de relación de poder y de desigualdad que se funda en la cohesión grupal y monopolio de los recursos del territorio que tiene uno de los grupos en relación con el otro”.

De esta manera, también es muy común ver como las personas de descendencia afro son considerados inferiores porque el color de su piel es diferente de los establecidos, pues este racismo cotidiano afecta de manera continuada a los miembros de minorías, de modo que la desigualdad se acrecienta y se convierte en un sistema masivo de opresión psicológica y social.

Otro caso son los indígenas que son considerados inferiores, ya que su cultura no tiene cabida entre los grupos establecidos; de esta manera es como su condición de marginados frente al grupo de los establecidos los lleva a crear ideas de grandes brechas que los diferencian.

Con lo anterior, nace un gran interrogante ¿Cómo hace una sociedad en iguales condiciones para generar unas personas inferiores y otras superiores?, ya que es evidente que siempre y cuando se presente una relación entre establecidos y marginados se presentaran los sentimientos de superioridad e inferioridad frente al grupo diferente, así podemos entender que el problema de la discriminación no es social sino psicológica.

Por otro lado, Según Elías, estas relaciones antes mencionadas, se caracterizan porque los grupos establecidos utilizan todos sus medios a favor, además de los materiales y económicos para mantener y ampliar su posición de privilegio en las dinámicas de reproducción social.

Según esto, los grupos establecidos se caracterizan por “poseer mayores niveles de cohesión social que les permiten ejercer un poder simbólico (el estigma) sobre los marginados, mientras que estos últimos son grupos sociales de reciente formación o que sufren la falta de mecanismos concretos de integración social, bien sea por la incidencia de los grupos establecidos, por su dispersión orgánica, o por las relaciones mismas que se establecen en el proceso de interacción recíproca entre individuos y grupos sociales”. Desde esta perspectiva, las relaciones entre los grupos establecidos y marginados se inscriben en una dinámica social no planeada, es decir, en una dinámica en la que ninguno de los participantes del juego tiene la completa capacidad de direccionar el proceso de cambio social en su conjunto.

De otra manera, se puede hacer referencia en lo que atañe este tema a los estados liberales, ya que para estos, primero está la propiedad (lo material), y después la vida, puesto que si se tiene en cuenta que “las disputas entre las poblaciones adscritas al liberalismo y aquellas de posiciones conservaduristas, no es otra forma de hallar una disputa entre marginados y establecidos”. Pues mientras los primeros se movilizan, actúan y abrazan aquellas ideologías (en este caso el liberalismo) que les permiten acceder a espacios de participación y representación, los segundos hacen todo lo posible por avalar aquellas ideologías de poder y liderazgo que les permiten mantener un alto grado de organización interior y representación exterior alcanzado por la tradición.

Finalmente, se puede decir que a partir de experiencias comunes, de modos de vida y de rasgos culturales, cada sociedad o grupo social va diagramando códigos comunicativos, estructuras de significación, al igual que una escala de valores y atributos que definen lo que es normal y deseable para el grupo, puesto que lo que nos une a todos es algo colectivo y son las representaciones sociales. Es así como éste señala un canon de normas comunes, que circunscriben un modo de vida válido y deseable para sus miembros. Estas concepciones culturales se incorporan como sentido común, estableciendo así una hegemonía de la normalidad.

Esas características designadas sobre el otro, que lo convierten en alguien distinto al nosotros que tenemos internalizado, características que generalmente son llevadas como marcas en el cuerpo, son comúnmente llamadas como marca de inferioridad o de superioridad, que es el sello donde una persona se identifica para otras personas.

Para concluir y dar a entender lo anterior, podemos citar a Elías cuando dice queEs así que en todas las sociedades, se encuentran a disposición de sus miembros, toda una gama de expresiones para estigmatizar a otros grupos, que adquieren su sentido como tales solamente en el contexto de relaciones específicas de establecidos y marginados”

jueves, 17 de septiembre de 2009

LIBERALISMO Y LA ANULACION POLITICA: LA PERFECTA UTOPIA LIBERAL.

Este escrito, pretende partir de la idea central que nos presenta Tobar, proponiendo una reflexión en como el liberalismo asume la política en aras de la convivencia en la diferencia, y de esta manera presentar el principal problema de la política que para este son las desigualdades armoniosas.

De esta manera, Tobar propone que el liberalismo con su forma de asumir la política, no logra generar transformaciones en pro del reconocimiento de la diferencia, ya que para él, el liberalismo soluciona el problema con las identidades colectivas privatizándolas, ya que es la única forma de lograr la convivencia política.

Igualmente, en el texto se hace una diferencia entre lo político y la política, entendiendo lo primero como conflicto, y donde la política es vista como un consenso; así, el liberalismo evade lo político en tanto que asume que la política es una doctrina comprehensiva inscrita en una forma particular de moralidad.

Por otra parte, se podría decir, que para el autor existe una diferencia entre lo que es la libertad de los antiguos y la de los modernos, ya que en la sociedad de los modernos se permite ver los modos en que la consigna social cambia siendo los individuos los que determinan la sociedad, y donde el sentido que se tiene ahora de libertad tiene que ver con el espacio en el que los planes de vida personales pueden ser objeto de libre elección, donde el estado se compromete con la protección de los derechos y los intereses civiles.

Por otro lado, para Tobar, la manera como el liberalismo le apuesta a la juridizacion antes que a la confrontación en la esfera pública, es vista como “la perfecta utopía liberal”, donde una utopía puede representar un designio racional de sociedad, elaborado por alguien que cree conocer lo que es mejor para todos y se arroga, así, el derecho de hablar por los demás. Así, esta será elaborada siempre con el limitado entendimiento de quien sólo conoce sus deseos y sus necesidades y con la comprensión parcial o equivocada que el autor tenga acerca de los complejos asuntos humanos.

De esta manera, según Tobar, “la perfecta utopía liberal” consiste en sacar las discusiones de la plaza pública y remitirlas a los jueces, para que sea la ley la que determine el reconocimiento de los derechos, así, en la perfecta utopía liberal se da la idea de que todo puede ser resuelto por la vía del consenso.

Partiendo de lo anterior, se podría dar paso a las desigualdades armoniosas, vista como una constante social que está fundamentada en la justicia y donde nuestra identidad es configurada en ésta, ya que tobar lo plantea como: “las desigualdades armoniosas son el camino para imponer la justicia sobre todas aquellas circunstancias que han generado una vulneración de la dignidad y, por consiguiente, han sedimentado la marca de inferioridad en los colectivos identitarios”; fundamentando así las desigualdades armoniosas como el principal problema de la política.

Con lo anterior, se podría decir que las desigualdades armoniosas nos permiten referirnos a los efectos psicológicos derivados de la marginación que cobran gran visibilidad en las dinámicas de subordinación social; siendo de esta manera, en los estados liberales contemporáneos donde se establece una aceptación incondicional de aquellas condiciones que, siendo desiguales, son aceptadas sin crítica alguna porque ya hacen parte de la cultura; es decir, frente a las desigualdades de género, etnia y orientación sexual, entre otras, ya que la primacía del derecho sobre el bien no puede dar cuenta de la marca con la que deben vivir las personas que se inscriben en la desigualdad armoniosa.

De esta manera es como el autor argumenta que las desigualdades armoniosas se han convertido no sólo en costumbre sino también en hábitos, puesto que se hacen propias de cada ser humano y de esta forma configurándose en un estilo de vida, haciendo que las personas vivan con desigualdades pero sobretodo en la injusticia, cerrándose con esto a generar apertura hacia la reivindicación política, puesto que cualquier tipo de crítica, a sus modos de vida, es sentido como una amenaza a sus culturas y tradiciones.

finalmente, y siguiendo la idea de Tobar, se podría decir que para el liberalismo, la vida en común en medio de la diversidad se convierte en un problema ético-político de muy difícil solución porque “toda forma de igualación de los individuos afecta las identidades grupales; en segundo lugar, porque todo intento por preservar a los grupos limita las libertades de los individuos; en tercer lugar, porque toda demanda de justicia afecta a los grupos y a la sociedad política en general; y, finalmente, porque toda petición de reconocimiento tiene que ser políticamente viable en el ejercicio del consenso que involucra a otros grupos”. Así es como Todo tipo de convivencia en la diferencia, si es injusta, genera una desigualdad armoniosa.

viernes, 21 de agosto de 2009

CUESTIONES POLITICAS DESDE EL EJERCICIO DEL DERECHO (ENTREVISTA)


Entrevista a Jorge Andrés Hidalgo, abogado en derecho comercial, aunque también trabaja el derecho civil, de familia y penal. Egresado de la universidad Santiago de Cali. Se caracteriza por ser una persona trabajadora, honesta y que le gusta tratar de hacer bien las cosas.

A continuación, se presenta una serie de preguntas realizadas a Jorge Andrés, relacionadas con la política, el liberalismo e individualismo político y la política del reconocimiento.


¿Para usted que es la Política?

R/. La política es el arte de servir a la comunidad.

¿Cree que en el individualismo existe lugar para la política?

R/. Si creo que debe existir, porque como lo decía antes, la política es el arte de servir a la comunidad. En el individualismo aunque uno se tome como la persona más importante y piense que puede ser así, es necesaria la política porque el ser humano debe vivir en sociedad, entonces por esa razón no descarto la política en el liberalismo.

¿Para usted, cuales son los pro y contra del individualismo político?

R/. El individualismo político como pro tiene la capacidad de dejar a cada cual hacer lo que mejor le parezca, siempre y cuando no exceda los derechos de los demás, el problema es cuando las sociedades en especial las que son muy capitalistas deja que este capitalismo sea muy libre y este se vuelve voraz; en ese momento es cuando las masas menos favorecidas sufren porque no tienen como acceder a ciertos productos, y los dueños del capital aprovechan de eso para llenarse más de dinero y de otras posesiones. Ahora con el individualismo político es bueno cuando uno maneja sus conceptos haciendo un desglose de las ideas políticas que uno tiene, pero cuando el individualismo político se centra en las anarquía y en no asumir los ordenes establecidos no tiene sentido, es ilógico.

¿Qué es para usted el liberalismo político?

R/. Es, por así decirlo el desentendimiento del estado sobre ciertas cuestiones en las que él no debe tener competencia como el comercio, la educación, la protección social, o sea se lo deja libre a los organismos y a los entes pero no los regula, deja que eso tome su curso y funcione por sí mismo.

¿Cree que una sociedad democrática pueda dar igual trato a todos sus miembros y a la vez reconocer sus identidades culturales específicas?

R/. La democracia en poesía puede hacerlo, pero ya cuando se pasa a la realidad es muy difícil que un estado democrático tenga las capacidades de coger a cada uno de sus individuos reconocerlos y protegerlos de sí mismos porque a la hora de la verdad lo que hace la democracia es protegernos de nosotros mismos, yo creo que más bien la democracia lo que intenta es como abarcar una generalidad, pero cuando estamos hablando de individualismo yo diría que es una utopía, es un sueño, eso no es posible.

¿Cree que es esencial la política del reconocimiento de la etnicidad o de las diferencias de sexo para la dignidad de la persona?

R/. Por supuesto, porque cuando uno le reconoce a una persona su calidad de ser persona, su individualidad, todo lo que la persona es; ésta es feliz porque sabe que está siendo visto, sabe que existe. Es necesario también porque el reconocer y mas que el reconocer, el conocer las diferencias entre una y otra cultura, etnia o creencia religiosa nos permite dar un trato diferente a cada persona. Pienso que la democracia en sí, no debería tratarnos a todos por igual, sino tratar igual a los que son iguales y así consecutivamente a los otros, o sea iguales entre iguales y diferentes entre diferentes.

¿Cuál cree que es más importante, la política del reconocimiento o la política de la diferencia?

R/. Yo diría que es más importante la política de la diferencia porque es necesario diversificar a las personas que están en una comunidad y sus creencias, y más que sus creencias su cultura, porque eso nos permite legislar de tal manera que no atropellemos los intereses de los otros, por lo tanto yo creo que es mejor diferenciar que reconocer.

¿Cree que toda cultura debería tener el mismo valor y recibir el mismo apoyo para su supervivencia?

R/. Debería ser así, yo lo creo así, sin embargo en la realidad sabemos que no es así porque tristemente el poder económico es el que maneja todo en el mundo, y por esa razón hay ciertas comunidades que no pueden recibir el mismo trato y tener las mismas oportunidades por hallarse exentas de cierto poder económico.


Para concluir…

Podría darme un aporte con respecto a la situación del país, basándose en los puntos que discutimos.

R/. Yo diría que en Colombia la cuestión del reconocimiento no se da en plenitud porque obviamente el Estado esta desentendido de todo, inclusive de las cosas que debería por el hecho de ser un Estado Social. En el individualismo, yo diría que aun estamos en la etapa en que las personas no tienen una conciencia política y solamente creen lo que dicen en los noticieros, lo que dice el candidato que están apoyando en el barrio o lo que dicen los senadores de la república en sus plenarias, que es lo más triste, y por eso no creo que haya una individualidad, y si la hay no llega al 5% de la población en Colombia con respecto a las ideas políticas, ahora con respecto al liberalismo es evidente que vivimos en un Estado liberalista que lo que hace es soltar ciertas libertades a entes privados y esto nos afecta porque está haciendo que el consumidor primario, el pueblo este siendo afectado por la inaxequibilidad que hay en las personas con su poder adquisitivo hacia los bienes, creo que el Estado debería intervenir en eso en ese sentido. Es posible cambiar esas situaciones siempre y cuando tengamos nosotros claro cuando y como podemos mejorar con respecto a la educación política en nuestros estudiantes tanto de básica primaria, secundaria y sobretodo la universidad.

ANALISIS DE LA ENTREVISTA

En esta entrevista, lo que se puede observar, es que el entrevistado tiene algunos puntos en común con algunos de los autores vistos en clase, aunque veo diferencias muy marcadas entre las opiniones de los mismos, ya que este habla y argumenta su discurso desde la situación actual del país, pero sobretodo, desde su ejercicio que es el derecho.

Como primera medida, una diferencia muy significativa encontrada es que para el entrevistado la política es vista como un arte, en donde se sirve a la comunidad, y por ende para él esta tiene cavidad en el individualismo, sucediendo lo contrario con los diferentes autores ya que para estos la política es un sistema de organización.

De igual manera, Jorge Andrés difiere mucho de la teoría de Taylor, ya que el ultimo va en contra de la política de la diferencia, pues esta nos reconoce como individuos aislados de; ésta no reconoce que nuestra identidad se construye también con las diferentes culturas; contrario al pensamiento del entrevistado, ya que para éste es más importante la política de la diferencia que la política del reconocimiento, puesto que él ve la necesidad de diversificar a las personas, pero sobretodo su cultura, ya que para él eso es lo que permite legislar, de tal manera que no se atropelle los intereses de los otros.

Por otro lado, los puntos en común encontrados entre el entrevistado y la teoría vista desde los diferentes autores se encuentran en cuanto a la concepción que se tiene sobre el liberalismo político, pues para el primero el liberalismo es visto como un desentendimiento del estado sobre ciertas cuestiones, pero no de un todo, ya que estas cuestiones son dejadas a unos organismos o entes para que los regule, aunque para él, en la situación actual esas cuestiones toman su curso y funcionan por sí mismo; igualmente, para la teoría, el liberalismo político es visto como una filosofía política que se orienta hacia la salvaguardia de la libertad del individuo, donde esa libertad debe estar garantizada por una serie de derechos que regulan todos los códigos, en este caso una integridad personal y familiar, una libertad religiosa, pero sobretodo una protección social como lo expone el entrevistado, aunque en nuestro país esto no sea cumplido a cabalidad como lo expone Jorge Andrés.

Por otra parte, para Jorge Andrés, la política del reconocimiento es parte esencial en el individuo, ya que él piensa que el reconocer y mas que el reconocer, el conocer las diferencias entre una y otra cultura, etnia o creencia religiosa nos permitirá dar un trato diferente a cada persona; pudiendo con esto reconocer la individualidad de cada sujeto, y por ende, esa persona saber que existe, lo que hace que reconozca su identidad; encontrándose con Taylor cuando afirma que la política del reconocimiento supone la lucha por la identidad, que está estrechamente unida a la cultura.

Finalmente, a lo largo de la entrevista se puede ver que para Jorge Andrés, en la situación actual del país estos puntos no se dan como deberían darse ya que, por una parte el Estado no se preocupa por el cumplimiento de cada uno de estos, y por otra nosotros como ciudadanos no tenemos una conciencia política para hacer cumplir nuestros derechos como individuos y por ende ser “reconocidos”; aunque cree que es posible cambiar esa situación siempre y cuando podamos mejorar la educación política en nuestro país.