viernes, 21 de agosto de 2009

CUESTIONES POLITICAS DESDE EL EJERCICIO DEL DERECHO (ENTREVISTA)


Entrevista a Jorge Andrés Hidalgo, abogado en derecho comercial, aunque también trabaja el derecho civil, de familia y penal. Egresado de la universidad Santiago de Cali. Se caracteriza por ser una persona trabajadora, honesta y que le gusta tratar de hacer bien las cosas.

A continuación, se presenta una serie de preguntas realizadas a Jorge Andrés, relacionadas con la política, el liberalismo e individualismo político y la política del reconocimiento.


¿Para usted que es la Política?

R/. La política es el arte de servir a la comunidad.

¿Cree que en el individualismo existe lugar para la política?

R/. Si creo que debe existir, porque como lo decía antes, la política es el arte de servir a la comunidad. En el individualismo aunque uno se tome como la persona más importante y piense que puede ser así, es necesaria la política porque el ser humano debe vivir en sociedad, entonces por esa razón no descarto la política en el liberalismo.

¿Para usted, cuales son los pro y contra del individualismo político?

R/. El individualismo político como pro tiene la capacidad de dejar a cada cual hacer lo que mejor le parezca, siempre y cuando no exceda los derechos de los demás, el problema es cuando las sociedades en especial las que son muy capitalistas deja que este capitalismo sea muy libre y este se vuelve voraz; en ese momento es cuando las masas menos favorecidas sufren porque no tienen como acceder a ciertos productos, y los dueños del capital aprovechan de eso para llenarse más de dinero y de otras posesiones. Ahora con el individualismo político es bueno cuando uno maneja sus conceptos haciendo un desglose de las ideas políticas que uno tiene, pero cuando el individualismo político se centra en las anarquía y en no asumir los ordenes establecidos no tiene sentido, es ilógico.

¿Qué es para usted el liberalismo político?

R/. Es, por así decirlo el desentendimiento del estado sobre ciertas cuestiones en las que él no debe tener competencia como el comercio, la educación, la protección social, o sea se lo deja libre a los organismos y a los entes pero no los regula, deja que eso tome su curso y funcione por sí mismo.

¿Cree que una sociedad democrática pueda dar igual trato a todos sus miembros y a la vez reconocer sus identidades culturales específicas?

R/. La democracia en poesía puede hacerlo, pero ya cuando se pasa a la realidad es muy difícil que un estado democrático tenga las capacidades de coger a cada uno de sus individuos reconocerlos y protegerlos de sí mismos porque a la hora de la verdad lo que hace la democracia es protegernos de nosotros mismos, yo creo que más bien la democracia lo que intenta es como abarcar una generalidad, pero cuando estamos hablando de individualismo yo diría que es una utopía, es un sueño, eso no es posible.

¿Cree que es esencial la política del reconocimiento de la etnicidad o de las diferencias de sexo para la dignidad de la persona?

R/. Por supuesto, porque cuando uno le reconoce a una persona su calidad de ser persona, su individualidad, todo lo que la persona es; ésta es feliz porque sabe que está siendo visto, sabe que existe. Es necesario también porque el reconocer y mas que el reconocer, el conocer las diferencias entre una y otra cultura, etnia o creencia religiosa nos permite dar un trato diferente a cada persona. Pienso que la democracia en sí, no debería tratarnos a todos por igual, sino tratar igual a los que son iguales y así consecutivamente a los otros, o sea iguales entre iguales y diferentes entre diferentes.

¿Cuál cree que es más importante, la política del reconocimiento o la política de la diferencia?

R/. Yo diría que es más importante la política de la diferencia porque es necesario diversificar a las personas que están en una comunidad y sus creencias, y más que sus creencias su cultura, porque eso nos permite legislar de tal manera que no atropellemos los intereses de los otros, por lo tanto yo creo que es mejor diferenciar que reconocer.

¿Cree que toda cultura debería tener el mismo valor y recibir el mismo apoyo para su supervivencia?

R/. Debería ser así, yo lo creo así, sin embargo en la realidad sabemos que no es así porque tristemente el poder económico es el que maneja todo en el mundo, y por esa razón hay ciertas comunidades que no pueden recibir el mismo trato y tener las mismas oportunidades por hallarse exentas de cierto poder económico.


Para concluir…

Podría darme un aporte con respecto a la situación del país, basándose en los puntos que discutimos.

R/. Yo diría que en Colombia la cuestión del reconocimiento no se da en plenitud porque obviamente el Estado esta desentendido de todo, inclusive de las cosas que debería por el hecho de ser un Estado Social. En el individualismo, yo diría que aun estamos en la etapa en que las personas no tienen una conciencia política y solamente creen lo que dicen en los noticieros, lo que dice el candidato que están apoyando en el barrio o lo que dicen los senadores de la república en sus plenarias, que es lo más triste, y por eso no creo que haya una individualidad, y si la hay no llega al 5% de la población en Colombia con respecto a las ideas políticas, ahora con respecto al liberalismo es evidente que vivimos en un Estado liberalista que lo que hace es soltar ciertas libertades a entes privados y esto nos afecta porque está haciendo que el consumidor primario, el pueblo este siendo afectado por la inaxequibilidad que hay en las personas con su poder adquisitivo hacia los bienes, creo que el Estado debería intervenir en eso en ese sentido. Es posible cambiar esas situaciones siempre y cuando tengamos nosotros claro cuando y como podemos mejorar con respecto a la educación política en nuestros estudiantes tanto de básica primaria, secundaria y sobretodo la universidad.

ANALISIS DE LA ENTREVISTA

En esta entrevista, lo que se puede observar, es que el entrevistado tiene algunos puntos en común con algunos de los autores vistos en clase, aunque veo diferencias muy marcadas entre las opiniones de los mismos, ya que este habla y argumenta su discurso desde la situación actual del país, pero sobretodo, desde su ejercicio que es el derecho.

Como primera medida, una diferencia muy significativa encontrada es que para el entrevistado la política es vista como un arte, en donde se sirve a la comunidad, y por ende para él esta tiene cavidad en el individualismo, sucediendo lo contrario con los diferentes autores ya que para estos la política es un sistema de organización.

De igual manera, Jorge Andrés difiere mucho de la teoría de Taylor, ya que el ultimo va en contra de la política de la diferencia, pues esta nos reconoce como individuos aislados de; ésta no reconoce que nuestra identidad se construye también con las diferentes culturas; contrario al pensamiento del entrevistado, ya que para éste es más importante la política de la diferencia que la política del reconocimiento, puesto que él ve la necesidad de diversificar a las personas, pero sobretodo su cultura, ya que para él eso es lo que permite legislar, de tal manera que no se atropelle los intereses de los otros.

Por otro lado, los puntos en común encontrados entre el entrevistado y la teoría vista desde los diferentes autores se encuentran en cuanto a la concepción que se tiene sobre el liberalismo político, pues para el primero el liberalismo es visto como un desentendimiento del estado sobre ciertas cuestiones, pero no de un todo, ya que estas cuestiones son dejadas a unos organismos o entes para que los regule, aunque para él, en la situación actual esas cuestiones toman su curso y funcionan por sí mismo; igualmente, para la teoría, el liberalismo político es visto como una filosofía política que se orienta hacia la salvaguardia de la libertad del individuo, donde esa libertad debe estar garantizada por una serie de derechos que regulan todos los códigos, en este caso una integridad personal y familiar, una libertad religiosa, pero sobretodo una protección social como lo expone el entrevistado, aunque en nuestro país esto no sea cumplido a cabalidad como lo expone Jorge Andrés.

Por otra parte, para Jorge Andrés, la política del reconocimiento es parte esencial en el individuo, ya que él piensa que el reconocer y mas que el reconocer, el conocer las diferencias entre una y otra cultura, etnia o creencia religiosa nos permitirá dar un trato diferente a cada persona; pudiendo con esto reconocer la individualidad de cada sujeto, y por ende, esa persona saber que existe, lo que hace que reconozca su identidad; encontrándose con Taylor cuando afirma que la política del reconocimiento supone la lucha por la identidad, que está estrechamente unida a la cultura.

Finalmente, a lo largo de la entrevista se puede ver que para Jorge Andrés, en la situación actual del país estos puntos no se dan como deberían darse ya que, por una parte el Estado no se preocupa por el cumplimiento de cada uno de estos, y por otra nosotros como ciudadanos no tenemos una conciencia política para hacer cumplir nuestros derechos como individuos y por ende ser “reconocidos”; aunque cree que es posible cambiar esa situación siempre y cuando podamos mejorar la educación política en nuestro país.



jueves, 20 de agosto de 2009

DEL USO PRAGMATICO, ETICO Y MORAL DE LA RAZON PRACTICA

Este escrito, abordará las ideas principales de Habermas sobre la razón práctica, donde también es entendida como razón moral, abordando las tres fuentes principales de esta como lo son la ética de Aristóteles, el utilitarismo que tiene que ver más con el pragmatismo y finalmente la moral de Kant.

Como primera medida, nos encontramos con la ética, pues esta está inmersa en los problemas prácticos que se nos plantean en diversas situaciones, de ésta forma, se debe hacerles frente, y en este caso lo que racionalmente debe hacerse viene determinado en parte por lo que se quiere, se trata de una elección racional de los medios para fines dados o de una ponderación racional de los fines dadas nuestras preferencias, de esta manera, la ética de Aristóteles puede ser vista como las acciones que podemos realizar los hombres y la dirección que vamos a dar a nuestra voluntad y libertad.

Del mismo modo, vemos como ese ¿Qué debo hacer? Se refiere a tareas pragmáticas, entendiendo este como el uso específico de la razón para cuestiones prácticas, donde se dan unas preocupaciones inmediatas que son resueltas con el utilitarismo.

De esta forma, el utilitarismo, puede ser entendido como la necesidad de buscar las preferencias más universales, pudiéndose considerar la forma más consecuente de un uso pragmático de la razón práctica, necesario, desde todo punto de vista, pero limitado, dado que hay que relacionarlo con los otros usos de la razón: el ético y el moral.

Igualmente, y como lo decía en el párrafo anterior, el utilitarismo se relaciona con la moral, en la medida en que esta se pregunta por lo que es justo para todos, ya que tiene que ver con lo que yo hago y entra a afectar la vida de los demás, pues no se debe olvidar que toda moral tiene que comenzar por la comprensión y reconocimiento del otro. Aunque comprender y reconocer al otro no nos obliga a estar de acuerdo con él.

Así, la moral resulta de la razón práctica, que parte del sentimiento y la voluntad. Esta razón es autónoma, pues la autonomía significa en Kant solamente que el hombre encuentra la ley de sus acciones en su razón práctica.

Por otro lado, vemos como la moral en Kant tiene 2 imperativos, uno de ellos es el que se liga a la voluntad de la persona de cumplirlos o no, aquí Kant los define como deseos; el otro es el que tiene que ver con el obrar de tal manera que puedas elevar a ley universal la máxima de tu acción, donde quiere decir que no hagas a nadie lo que no quiere que te hagan a ti. Aquí también encontramos la ley “usa a la humanidad nunca como medio sino como fin en sí mismo", donde quiere decir que no utilicemos a ninguna persona como medio para algo sino como fin.

Con lo anterior, se puede citar a Hare, ya que este hace un puente en el que relaciona la moral de Kant y el utilitarismo: "si, como lo exige Kant, consideramos la humanidad como un fin, y en consecuencia tomamos los fines de todos los hombres como nuestros, tendremos que procurar fomentar todos estos fines de igual forma. Esto es lo que nos inculca también el utilitarista. Es decir, si encontramos mucha gente que será afectada por nuestras acciones y que persiguen otras metas o tienen otras preferencias, tenemos que pensar para nuestras acciones máximas que podamos aceptar como leyes universales. Estas serán precisamente aquellas, cuya aplicación a todas las situaciones en las que hipotéticamente pudiéramos encontrarnos, fuera la que más fácilmente pudiéramos aceptar”. Serán por tanto aquellas máximas que con respecto a los fines y preferencias de las personas, entre quienes una cualquiera podría ser uno de nosotros mismos, en todas aquella situaciones en todo sentido pueden motivar a realizar lo mejor. Y esto de nuevo esta en consonancia con el pensamiento utilitarista

Finalmente, se puede decir que la propuesta utilitarista, así se la relacione de manera tan habilidosa con la moral, tiene sus condicionantes y límites. De esta manera, la razón práctica, según opere bajo el aspecto de lo adecuado o útil, de lo bueno o de lo justo, “se dirige a la libertad de arbitrio del agente racional con arreglo a fines, o la fuerza de decisión del sujeto que trata de realizarse en autenticidad, o a la voluntad libre del sujeto capaz de juzgar moralmente”; pues para Kant la razón práctica coincide con la moralidad; solo en la autonomía se funden en unidad voluntad y razón.