jueves, 20 de agosto de 2009

DEL USO PRAGMATICO, ETICO Y MORAL DE LA RAZON PRACTICA

Este escrito, abordará las ideas principales de Habermas sobre la razón práctica, donde también es entendida como razón moral, abordando las tres fuentes principales de esta como lo son la ética de Aristóteles, el utilitarismo que tiene que ver más con el pragmatismo y finalmente la moral de Kant.

Como primera medida, nos encontramos con la ética, pues esta está inmersa en los problemas prácticos que se nos plantean en diversas situaciones, de ésta forma, se debe hacerles frente, y en este caso lo que racionalmente debe hacerse viene determinado en parte por lo que se quiere, se trata de una elección racional de los medios para fines dados o de una ponderación racional de los fines dadas nuestras preferencias, de esta manera, la ética de Aristóteles puede ser vista como las acciones que podemos realizar los hombres y la dirección que vamos a dar a nuestra voluntad y libertad.

Del mismo modo, vemos como ese ¿Qué debo hacer? Se refiere a tareas pragmáticas, entendiendo este como el uso específico de la razón para cuestiones prácticas, donde se dan unas preocupaciones inmediatas que son resueltas con el utilitarismo.

De esta forma, el utilitarismo, puede ser entendido como la necesidad de buscar las preferencias más universales, pudiéndose considerar la forma más consecuente de un uso pragmático de la razón práctica, necesario, desde todo punto de vista, pero limitado, dado que hay que relacionarlo con los otros usos de la razón: el ético y el moral.

Igualmente, y como lo decía en el párrafo anterior, el utilitarismo se relaciona con la moral, en la medida en que esta se pregunta por lo que es justo para todos, ya que tiene que ver con lo que yo hago y entra a afectar la vida de los demás, pues no se debe olvidar que toda moral tiene que comenzar por la comprensión y reconocimiento del otro. Aunque comprender y reconocer al otro no nos obliga a estar de acuerdo con él.

Así, la moral resulta de la razón práctica, que parte del sentimiento y la voluntad. Esta razón es autónoma, pues la autonomía significa en Kant solamente que el hombre encuentra la ley de sus acciones en su razón práctica.

Por otro lado, vemos como la moral en Kant tiene 2 imperativos, uno de ellos es el que se liga a la voluntad de la persona de cumplirlos o no, aquí Kant los define como deseos; el otro es el que tiene que ver con el obrar de tal manera que puedas elevar a ley universal la máxima de tu acción, donde quiere decir que no hagas a nadie lo que no quiere que te hagan a ti. Aquí también encontramos la ley “usa a la humanidad nunca como medio sino como fin en sí mismo", donde quiere decir que no utilicemos a ninguna persona como medio para algo sino como fin.

Con lo anterior, se puede citar a Hare, ya que este hace un puente en el que relaciona la moral de Kant y el utilitarismo: "si, como lo exige Kant, consideramos la humanidad como un fin, y en consecuencia tomamos los fines de todos los hombres como nuestros, tendremos que procurar fomentar todos estos fines de igual forma. Esto es lo que nos inculca también el utilitarista. Es decir, si encontramos mucha gente que será afectada por nuestras acciones y que persiguen otras metas o tienen otras preferencias, tenemos que pensar para nuestras acciones máximas que podamos aceptar como leyes universales. Estas serán precisamente aquellas, cuya aplicación a todas las situaciones en las que hipotéticamente pudiéramos encontrarnos, fuera la que más fácilmente pudiéramos aceptar”. Serán por tanto aquellas máximas que con respecto a los fines y preferencias de las personas, entre quienes una cualquiera podría ser uno de nosotros mismos, en todas aquella situaciones en todo sentido pueden motivar a realizar lo mejor. Y esto de nuevo esta en consonancia con el pensamiento utilitarista

Finalmente, se puede decir que la propuesta utilitarista, así se la relacione de manera tan habilidosa con la moral, tiene sus condicionantes y límites. De esta manera, la razón práctica, según opere bajo el aspecto de lo adecuado o útil, de lo bueno o de lo justo, “se dirige a la libertad de arbitrio del agente racional con arreglo a fines, o la fuerza de decisión del sujeto que trata de realizarse en autenticidad, o a la voluntad libre del sujeto capaz de juzgar moralmente”; pues para Kant la razón práctica coincide con la moralidad; solo en la autonomía se funden en unidad voluntad y razón.

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