jueves, 13 de agosto de 2009

LA POLITICA DEL RECONOCIMIENTO

La idea central de este escrito, es mostrar la premisa fundamental del autor Charles Taylor en su escrito “la política del reconocimiento”; en este, el autor nos muestra la lucha por el reconocimiento de los grupos minoritarios, en especial los asuntos del multiculturalismo en las sociedades.
De esta forma, para él hay unos movimientos que son minoritarios o subordinados y buscan el reconocimiento siendo este lo más importante, ya que es un bien demandado al Estado y por el cual en su lucha por el reconocimiento involucran de manera igual la lucha por la identidad; pues es por este donde el individuo o un grupo de personas recomponen su imagen de sí mismos, a la vez que demandan como necesario un debido respeto a sí mismos por parte de los demás.
igualmente, para Taylor, el reconocimiento tiene un valor importante, cuando personas de diferentes culturas emergen ante el estado; pues según el legado de Rousseau que se da en la cultura democrática contemporánea, es que todos debemos gozar de reconocimiento, ya que el estado debe vernos como individuos; así como lo expresa Taylor "la democracia desembocó en una política de reconocimiento igualitario, que adoptó varias formas con el paso de los años, y que ahora retorna en la forma de exigencia de igualdad de status para las culturas y para los sexos".
Por otro lado, para Taylor, existen dos niveles en el reconocimiento, el primero es el que persigue la defensa de los derechos individuales, el cual implica un Estado neutral, que se encargue de salvaguardar la libertad personal y el bienestar de los ciudadanos; y el segundo que es el que permite que el estado se comprometa en la supervivencia y mejora de una nación, cultura o religión particular, siempre que se respeten los derechos básicos de todos los ciudadanos, que tienen diferentes compromisos o que ni siquiera los tienen; siendo para este, el segundo nivel el que más se tenga en cuenta, pues para él, la política del reconocimiento supone la lucha por la identidad, que está estrechamente unida a la cultura.
Igualmente, según Taylor, la identidad se construye en conexión con los otros, nuestra identidad se “moldea” en parte por el reconocimiento o por la falta de éste. De esta forma este reprocha al liberalismo, ya que insiste en la igualdad de todos los ciudadanos, dejando a un lado el derecho a las diferencias; para éste, este es el argumento para estar en contra de la política de la diferencia, ya que por su sesgo al individualismo, no da pie a la presencia de otras culturas, ya que según esta, cada quien debe ser reconocido por su identidad única; pues, ésta ha sido asimilada a una identidad dominante o mayoritaria que hoy se encuentra llena de denuncias de discriminación; pues esta política no reconoce culturas.

Por otra parte, La necesidad del reconocimiento para el desarrollo de las capacidades se contempla en dos planos, a saber, al nivel de la esfera de la vida pública y al nivel de la esfera de la vida privada. En el ámbito de la esfera de la vida pública es donde se hacen imprescindibles las políticas de reconocimiento de las identidades o políticas de la diferencia como una necesidad vital impostergable de los grupos culturalmente menospreciados, en esta esfera yo exijo que se reconozcan mis derechos, ya que pertenezco a una sociedad regulada por leyes; así, La "diferencia", pues, es un asunto que concierne a la vida privada, quedando encubierta, así, por la aspiración universal de la igualdad formal.
Finalmente, y a modo de conclusión, la discriminación es ausencia de reconocimiento, o mejor dicho, menosprecio sistemático de los seres humanos de un grupo social por ser portadores de una característica socialmente estigmatizada. Al respecto Taylor (1993) nos señala que, "...El falso reconocimiento no sólo muestra una falta de respeto debido. Puede infringir una herida dolorosa, que causa a sus víctimas un mutilador odio a sí mismos. El reconocimiento debido no sólo es una cortesía que debemos a los demás: es una necesidad humana vital"; pues se hace necesario reconocer el igual valor de las diferentes culturas en su aporte a la humanidad, pero sobretodo no basta con dejarlas sobrevivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario